
El tabaco también es un factor de riesgo para tener una trombosis cerebral. En diversos estudios se ha visto que los fumadores tienen de 2 a 3 veces más probabilidad de tener una trombosis cerebral que los no fumadores. También el riesgo de tener esta enfermedad aumenta con la duración y la intensidad del consumo de tabaco.
El riesgo se multiplica si además el fumador es hipertenso (cifras de tensión arterial altas), llegando a ser 12,1 veces mayor que aquellos no fumadores y son normotensos (cifras de tensión arterial normales). Este riesgo desciende bruscamente al dejar de fumar y puede llegar a alcanzarse el nivel de los no fumadores en un espacio de 5 años.