sábado, 17 de diciembre de 2011

Enfermedad cerebrovascular


El tabaco también es un factor de riesgo para tener una trombosis cerebral. En diversos estudios se ha visto que los fumadores tienen de 2 a 3 veces más probabilidad de tener una trombosis cerebral que los no fumadores. También el riesgo de tener esta enfermedad aumenta con la duración y la intensidad del consumo de tabaco.

El riesgo se multiplica si además el fumador es hipertenso (cifras de tensión arterial altas), llegando a ser 12,1 veces mayor que aquellos no fumadores y son normotensos (cifras de tensión arterial normales). Este riesgo desciende bruscamente al dejar de fumar y puede llegar a alcanzarse el nivel de los no fumadores en un espacio de 5 años.

Enfermedad arterial periférica


La asociación de tabaco y vasculopatía periférica está claramente demostrada, produciendo arteriosclerosis en arterias de las piernas. Clínicamente se produce lo que se denomina claudicación intermitente que consiste en dolor en las pantorrillas con el esfuerzo y que desaparece con el reposo pudiendo llegar incluso a la necrosis de los músculos.

Entre los fumadores el riesgo de padecer claudicación intermitente clínicamente significativa es 3,7 veces mayor en los fumadores que en los no fumadores. El riesgo aumenta en relación directa con la intensidad en que se fume, de forma que un individuo que fume un paquete diario durante 25 años tiene 3,5 veces mayor probabilidad de padecer esta enfermedad mientras que si fuma 2 paquetes diarios durante el mismo tiempo el riesgo es 9 veces mayor comparado siempre con un no fumador.

cáncer de pulmón


En España la incidencia de cáncer de pulmón en la mujer es muy baja debido a que al hábito tabáquico se incorporó en los 70 con la incorporación de la mujer al mundo laboral y son necesarias tres décadas para empezar a ver los efectos catastróficos del tabaco, como se ha visto en otros países con una incorporación mas temprana de la mujer al mundo laboral, por lo que se espera un crecimiento explosivo de cáncer de pulmón con el inicio del nuevo siglo.
Se sabe que el tabaco es el responsable directo del 85 % del cáncer de pulmón y aunque todos los tipos de cáncer de pulmón tienen mayor incidencia en fumadores que en no fumadores, hay una mayor influencia en tumores de células pequeñas y escamosos.

Se ha visto un aumento de la incidencia de cáncer desde el primer pitillo, pero hay una clara relación entre la incidencia de neoplasia y la cantidad de tabaco consumido, dicho aumento no se produce de forma lineal sino de forma exponencial, de forma que un fumador de 40 cigarrillos día tiene mas del doble de riesgo de padecer cáncer que el que fuma 20 cigarrillos día. El riesgo también esta relacionado con el tiempo que se lleve fumando, de forma que es peor llevar fumando un paquete diario durante 20 años que dos paquetes diarios durante 10 años aunque la cantidad de tabaco total fumada sea igual. La edad de comienzo también altera el riesgo, aumentando el riesgo si se inició a edades tempranas. Y por último también influye el tipo de tabaco, la intensidad de la inhalación y el uso o no de boquillas.

tipos de enfermedades


Aparato respiratorio:

El humo del tabaco también tiene gran cantidad de sustancias de las llamadas oxidantes. Concretamente cada inhalación de un cigarrillo contiene 10 moléculas oxidantes de las que 10 son radicales libres del oxigeno. Los radicales dificultan la acción de unas sustancias producidas por el hígado llamadas antiproteasas cuya función es neutralizar la acción de las proteasa que destruyen el pulmón. Al alterarse el equilibrio entre proteasas y antiproteasas se produce un predominio de la destrucción pulmonar, esto provoca la destrucción de las paredes alveolares aumentando los espacios aéreos y produciendo lo que se llama enfisema pulmonar.

Dichas alteraciones causadas por el tabaco producen lo que se denomina Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) que es una combinación en diferentes grados de bronquitis crónica y enfisema pulmonar, dejado a su evolución lleva a una disminución de la capacidad pulmonar (medida por FEV1) y a insuficiencia respiratoria. La EPOC la padecen del 2,5 % al 3,5 % de la población adulta, el 10% de la población mayor de 40 años y hasta el 19 % en mayores de 65 años. Se calcula que en España esta enfermedad genera 38.000 consultas médicas por cada 1.000.000 habitantes de forma que hasta un 10% de los pacientes que acuden a una consulta de asistencia primaria padecen esta enfermedad. En la consulta de los especialistas de pulmón esta patología es la responsable del 35% de total.

Enfermedades que genera el tabaco




Considerado inicialmente como un posible medicamento, el tabaco ha resultado ser, sobre todo a causa de la nicotina, un producto que modifica gravemente las respuestas del sistema nervioso del organismo. Algunas personas se habitúan rápidamente a consumirlo y llegan a fumar varias cajetillas por día.

El proceso patológico más frecuente producido por el tabaco es la bronquitis y el enfisema, fenómenos principalmente de tipo inflamatorio y destructivo, pero que pueden complicarse con lesiones obstructivas, de fibrosis alveolar e incluso de neumotórax. Las opiniones son más dispares en lo que respecta a los trastornos neuropsiquiátricos destacando, sobre todo, los casos de excitación o malestar. La nicotina tiene un efecto directo sobre el sistema vascular, pudiendo producir gangrena como complicación de la enfermedad de Buerger. El hábito tabáquico influye negativamente en la potencia sexual masculina.